Publicado: 2017-11-09
En condiciones climáticas normales, la escuadra nacional no debería salir derrotada en Wellington. Pero allí el viento puede alcanzar los 50 kilómetros por hora, de pronto -me consta, y es peor a los días ventosos y lluviosos de Sydney, lo que ya es decir-. Un viento de tal envergadura no deja ni caminar. Esperemos que no sea así, o que el viento sople contra la valla oceánica los 45 minutos iniciales y se disipe en el segundo tiempo (la providencia nos ha sonreído bastante hasta ahora, y cerraría su trayectoria clasificatoria peruana con una broma). Un factor, el viento furibundo, que no tengo la menor idea cómo podría ser encarado previsoriamente por Gareca. Hasta la plaza de Quito parece en comparación un escenario benéfico. Solo nos queda imaginar un escenario normal. Nueva Zelanda está obligada a ganar, y en su cancha suele salir con un esquema de alta presión para adueñarse de dos tercios de la cancha. Sus jugadores son atléticos, resistentes para el esfuerzo sostenido de marcar la salida de Perú durante 90 minutos, buscando capitalizar sus errores y nublarle el juego. Es una táctica envidiable que pocos equipos pueden esgrimir (la desplegaba el Chile de Bielsa y le dio dos campeonatos). En tal situación, el arquero Gallese no tendría otra opción que sacar la pelota hasta la cancha rival. Pero Perú deberá saber controlar esa pelota lanzada, rodarla con inteligencia y espacios y no caer en el juego friccionado, lo que será complicado lograr. Intuyo, pues, que saldremos muy poco jugando, con el peligro de jugarla poco y con claridad, y que será un partido brusco, trabado, poco fluido. Por otra parte, el hecho de que Nueva Zelanda adelante sus filas conviene al contragolpe de Perú. Tenemos a dos jugadores muy rápidos y desequilibrantes, Carrillo y Farfán. Con un Cueva y Flores afinados, podemos infligirles mucho daño por derecha, izquierda y centro. Es de suponer que el entrenador neozelandés considera el contragolpe peruano y que tratará de mantener un equilibrio en sus líneas, con una volante atenta, seguramente recia y correlona. Pero no tienen nuestra habilidad, nuestra picardía. Y hemos salido terceros, si no me equivoco, como delantera más goleadora.En condiciones climáticas normales podemos estar ante un interesante partido con juegos antagónicos, si Perú hace lo suyo. Siempre se apuesta al talento y por ello Perú sigue siendo favorito. A Farfán, explosivo y contundente, esta clase de encuentros a contragolpe le viene a pelo. La suerte ha contribuido mucho en los resultados de Perú en los últimos siete partidos. Farfán ocupando el lugar del gran Guerrero, obligado a perderse el partido por el problema del dopping, no desentona en absoluto con las buenas señales que nos ha prodigado hasta ahora la providencia. Más letal que Guerrero para el contragolpe, tiene que asumir la capitanía con toda su jerarquía, eso sí. Me aventuro a pronosticar un 1-1 ó 2-1 para Perú, si el viento ciclónico de esos hemisferios no es más determinante que todo., y que Farfán será figura del partido.